En muchos países del mundo, cuando algún funcionario de alto rango se siente maltratado por la prensa, su equipo pide una corrección. Y en casos extremos, envía una carta al periodista amenazando con tomar medidas legales, publica El Nuevo Herald.
En Venezuela, al periodista le secuestran a la esposa.
Antonio Maria Delgado
adelgado@elnuevoherald.com
Y es que la amenaza y la violencia se han convertido en armas habituales del chavismo para silenciar a los medios de comunicación y a sus reporteros, quienes están expuestos a pagar un alto precio por ejercer la profesión en el país sudamericano.
En el caso de Miguel Mundo —ex director del diario La Noticia y ex corresponsal del canal de noticias Globovisión— el precio que se le estaba exigiendo en una mañana de enero del 2012 por reportar las corruptelas de la “revolución bolivariana” en el estado Cojedes era la vida de su esposa, Alexandra.
“En la mañana es cuando recibo la primera llamada. Me dicen que la cargan a ella. Me dicen que se proponían dar una lección para demostrar que con ellos uno no se puede meter”, dijo Mundo
Después de una angustiosa espera de varias horas, se produjo la segunda llamada. Mundo trata de negociar, pero el hombre en el auricular se muestra intransigente. Le dice que ya estaba todo listo, que estaba decidido, que la iban a “eliminar”.
“Yo no sabía que hacer”, relató Mundo. “No tenía a quien llamar”.
Historias como la de Mundo se han vuelto demasiado comunes en Venezuela, país donde el periodismo independiente es acosado desde diferentes flancos, por una “revolución” que ve la libertad de prensa como una de los mayores obstáculos para la continuidad del proceso.
Es un tema que genera preocupación entre los colegas venezolanos que residen en el sur de Florida, y quienes esta semana realizan un foro sobre los peligros que corre la libertad de prensa en el país sudamericano y en otras naciones integrantes del ALBA.
“El periodismo en el país se encuentra bajo un proceso gradual de estrangulamiento”, explicó Belsay Hennig, segunda vicepresidenta de la Asociación de Periodistas Venezolanos en el Extranjero (Apevex).
Para ello el gobierno aplica diferentes métodos que van desde demandas en cortes controladas por el chavismo y la negativa a otorgar divisas para importar insumos, hasta la compra de medios de comunicación a través de empresarios “amigos”, explicó Henning.
El acoso judicial de los medios es uno de los temas centrales del foro “El Socialismo del Siglo XXI y sus repercusiones en la libertad de prensa”, evento organizado conjuntamente por Apevex y el Centro de Iniciativas para Latinoamérica y el Caribe (CLACI) del Miami Dade College y que será realizado en la mañana del viernes en el Wolfson Campus de la casa de estudios.
El reportaje completo en El Nuevo Herald
En Venezuela, al periodista le secuestran a la esposa.
Antonio Maria Delgado
adelgado@elnuevoherald.com
Y es que la amenaza y la violencia se han convertido en armas habituales del chavismo para silenciar a los medios de comunicación y a sus reporteros, quienes están expuestos a pagar un alto precio por ejercer la profesión en el país sudamericano.
En el caso de Miguel Mundo —ex director del diario La Noticia y ex corresponsal del canal de noticias Globovisión— el precio que se le estaba exigiendo en una mañana de enero del 2012 por reportar las corruptelas de la “revolución bolivariana” en el estado Cojedes era la vida de su esposa, Alexandra.
“En la mañana es cuando recibo la primera llamada. Me dicen que la cargan a ella. Me dicen que se proponían dar una lección para demostrar que con ellos uno no se puede meter”, dijo Mundo
Después de una angustiosa espera de varias horas, se produjo la segunda llamada. Mundo trata de negociar, pero el hombre en el auricular se muestra intransigente. Le dice que ya estaba todo listo, que estaba decidido, que la iban a “eliminar”.
“Yo no sabía que hacer”, relató Mundo. “No tenía a quien llamar”.
Historias como la de Mundo se han vuelto demasiado comunes en Venezuela, país donde el periodismo independiente es acosado desde diferentes flancos, por una “revolución” que ve la libertad de prensa como una de los mayores obstáculos para la continuidad del proceso.
Es un tema que genera preocupación entre los colegas venezolanos que residen en el sur de Florida, y quienes esta semana realizan un foro sobre los peligros que corre la libertad de prensa en el país sudamericano y en otras naciones integrantes del ALBA.
“El periodismo en el país se encuentra bajo un proceso gradual de estrangulamiento”, explicó Belsay Hennig, segunda vicepresidenta de la Asociación de Periodistas Venezolanos en el Extranjero (Apevex).
Para ello el gobierno aplica diferentes métodos que van desde demandas en cortes controladas por el chavismo y la negativa a otorgar divisas para importar insumos, hasta la compra de medios de comunicación a través de empresarios “amigos”, explicó Henning.
El acoso judicial de los medios es uno de los temas centrales del foro “El Socialismo del Siglo XXI y sus repercusiones en la libertad de prensa”, evento organizado conjuntamente por Apevex y el Centro de Iniciativas para Latinoamérica y el Caribe (CLACI) del Miami Dade College y que será realizado en la mañana del viernes en el Wolfson Campus de la casa de estudios.
El reportaje completo en El Nuevo Herald